Cubrete el rostro y llora. Vomita. ¡Si! Vomita, largos trozos de vidrio, amargos alfileres, turbios gritos de espanto, vocablos carcomidos; sobre esta nauseabunda iniquidad sin cauce, y esta castrada y fétida sumisión cultivada en flatulentos caldos de terror y de ayuno. Cubrete el rostro y llora... pero no te contengas. Vomita. ¡Si! Vomita, ante esta paranoica estupidez macabra, sobre este delirante cretinismo estentoreo y esta senil orgia de egoismo prostatico: lacios coagulos de asco, macerada impotencia, rancios jugos de hastio, trozos de amarga espera... horas entrecortadas por relinchos de angustia.
Tomado de "2" del libro "Persuasión de los dias"
Oliverio G.
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1 comentario:
que bonito girondo, me hace sentir comodo en sus penumbras...
pasé por causalidad y me gustó lo que ví, voy a seguir viniendo me parece.
saludos
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