el adios.

ella ya no cantaba como antes,

simplemente ahora le había tocado la hora de sufrir ,

aquella sensacion que aveces se había asemejado

pero nunca la había vivido en carne propia.

hoy mostraba sus lágrimas,

no por capricho, ya no podía aguantarlo sus ojos

aquellos ojos marrones , hoy secos y vidriosos , idos, tristes

parecían mas oscuros aun

nunca supo cuan feliz llego a ser

si sabia que estaba muy cerca en varias oportunidades,

(no vale la pena contarlas ahora)

y esa tarde entendió muchas cosas

decifrò el silencio, entendiò el susurro ,

se conoció a si misma en esas lágrimas

supo cuanto daba

supo que daba todo

no importa ya el resto.

el calendario le curara las heridas

ella respetaba su duelo

lo sangraba cada noche

al poner la cabeza en la almohada

se mordía los labios

para aguardar silencio.

su rostro había envejecido

y cada tanto largaba una sonrisa irónica

cuando le venia un recuerdo,

alguno que haya sido agradable y hoy era solo un recuerdo

y jugaba en su depresión a incarse con esas memorias en su cráneo

y se dibujaba en un mar de desconsuelo.

su cuerpo a punto de explotar rogaba por un sueño profundo y un despertar lejano

olvidado, lejos de todos

lejos hasta de ella misma.

y en una tarde gris con nubes que por poco hablaban, donde parecía el fondo perfecto para la escena

Yamila se sentía mendiga

aquel papel tan indigno

mendigando últimos abrazos

rogaba que se le saquen el dolor del pecho

mendigaba besos

el gusto amargo siguió en su boca los próximos días

y no entendía mucho

y mas era lo que no quería entender

no había un retorno

había un crack del que no se volvía

la piel se le había secado, hoy estaba quebrajeada

implorando una tregua

hoy no daba màs

y sin embargo se puso el disfraz

salio a la calle

y se dio cuenta que muchas cosas habían perdido el sentido que tenían

en su cabeza se cruzaron tantas cosas,

trataba de encontrarle la vuelta a la madeja de lana enredada

era positiva, era muy negativa, sintió miedo

como antes no lo había sentido

sintió vergüenza de ella misma

se sintió obsesiva,

inútil

infeliz

crédula

pesada

ingenua

el agua no lograba limpiarle el cuerpo

sacarse el olor a encuentro

a "amor"

a eso que nunca supo como bautizarlo

sin embargo la había acunado durante casi tres años

sus lágrimas siguen cayendo

ella no resiste

llora

respira

ambas cosas se dificultan al mismo tiempo

quería dormirse

dormirse largo

hoy Yamila repitiò muchas palabras , pero quien podrìa venir a repocharselo?