sábado, 19 de junio de 2010

Caminando cuento baldosas.
Las hay de todos tipos, colores y formas.
Se da por sabido que aromas y textura también.
Las veredas anchas parecen hablar del tránsito de muchedumbre.
Las muchas pisadas del día.
Y ni hablar si la lluvia se hizo presente
Sumándose al festín.
Ahí cobra protagonismo propio.
En las calles de mi barrio
Es sinónimo de barro.
En las calles de la Capital Federal,
Es sinónimo de “Paragua”.
El mismo que las transeúntes
(Y no por sexista
Pero tengo mis pruebas)
Utilizan violentamente
Para golpear
A los otros
Que no traemos “paragua”.
por consecuencia
Indiscreta este menjunje
Te acompaña sin permiso en todo el camino,
Fiel y predispuesto ( el barro)
Dependiendo la suela, aclaremos.
Ambos, Suela y Zapato
Amistosamente se unen
Como si ambos siempre hubieran estado juntos
Hasta llegar a Destino.
Mi casa tiene calle de Tierra.
Esa tierra clara
Que cuando llueve también se hace amiga del agua.
Zuela y Zapato
Tierra y Agua.
Es una tierra que habla del tiempo.
No hay mejor cosa
Que el olor a Tierra mojada…
Es particular. Me gusta el olor a tierra mojada.
También acontecen otras cosas
Como si fuera poco
Con el agua también vienen otras cosas…
Viene la nieve. Viene la NI EVE.
Con mucha más presencia y elegancia
Ella se presenta sin previo aviso,
Inoportuna la Sra. Blanca y Fria.
Desde mi casa, veo la montaña.
Y la nieve antes de que ella se entere, yo ya la vi.
Antes de que se entere la tierra, la calle, mis zapatos y mi casa.
Sustanciosa pero de corta duración
Es una breve amiga de mis Suelas.
No hay que negar su grata compañía,
Por poco que dure,
“Lo bueno dura poco”
Te acompaña unos pasos.
A veces apenas llega a la puerta del hogar
“al final del destino”
Seguramente llega,
Pero convertida.
En agua.

1 comentario:

Adriano dijo...

Lo bueno dura poco. Pero es mejor que dure lo que tenga que durar antes de que no dure absolutamente nada. El desafío es prolongar esos instantes. Lo más que se puede. Aunque habrá que decir alguna vez que un minuto de felicidad quizás justifique toda una existencia. Exageradamente o no. Pero pasa.

Nos seguimos leyendo aún a tantos años. Y es bueno. Un té. Para vos y para mí.

Un abrazo.